Existen una serie de películas que necesito ver cada cierto
tiempo por ningún motivo y por varias razones, y Primer (Shane Carruth, 2004),
es una de esas películas.
¿Por qué? Primero porque es una película especial, muy
especial; tanto en su esencia como en su resultado, y que va más allá de una
explicación racional. Segundo, porque es una película barata, barata de verdad
(7000 dolares y eso que no se rodó en digital), y me da esperanzas de poder
realizar algún largometraje en algún momento de mi vida, incluso, sin tener
recursos. Tercero, porque el director es también guionista, actor, compositor,
productor y no desentona en ninguna de esas facetas. Cuarto, porque siempre que la ves descubres nuevos elementos
de la historia, a veces pequeños detalles y otras, grandes momentos. Y quinto, porque no hay una
película igual, y tiene más mérito aun si cabe, si tenemos en cuenta que los
viajes en el tiempo es un tema que ha sido más que recurrente en el cine de
ciencia ficción.
En Primer
descubriremos una particular manera de viajar en el tiempo.
De todas maneras, la primera vez que la ves te quedas más
que satisfecho. De hecho, terminas con la sensación de que has visto algo muy
grande y que no eres capaz de explicar del todo. Y todo ello, mientras pasan
ante ti los títulos de crédito más exiguos que he visto en un largometraje. Por si
acaso, si al verla tenéis alguna duda, echadle un vistazo a este esquema que os dejo, donde se ve la explicación de
los viajes de la película de una manera bastante gráfica.
Aún así, intentaré no desvelar demasiado mientras hablo de
las bondades de una película que para mí debería estar en la colección de
cualquier cinéfilo y de cualquier amante de la ciencia ficción (yo la tengo en
DVD, que yo sepa no hay edición bluray pero se puede descargar en la web de la película).
Mi historia con la película fue una pura casualidad, no
había escuchado/leído nada sobre la película y un día en el videoclub Imagenio, buscando una
película que poder comprar para ver, me la encontré y no sé, pero me dio la sensación
de que me iba a gustar. No me equivoqué y una vez vista, la investigué, lo
comenté con mi hermano (con el que llevo toda la vida comentando estas
cosillas) y vi que mucha gente, aunque no demasiada de España…, pensaba como
yo, que es una gran película. Luego cuando la encontré, me la compré y vinieron los posteriores
visionados con sus nuevas conclusiones y mayor entendimiento.
Pero si no queréis, no creáis mi palabra. Si sois de los que pensáis que la
calidad de una película se demuestra por el número de premios por los que viene acompañada,
tampoco os tenéis que preocupar, ya que “Primer” los tiene, menos de los que
debería (siempre, según mi humilde opinión) pero más de los que se espera en un
film de estas características y presupuestos:
- Gran Premio del
Jurado en el Sundance Film Festival de 2004.
- Alfred P. Sloan Prize Premio para las películas que se ocupan de
la ciencia y la tecnología, en el Sundance Film Festival de 2004.
- Mejor
Guionista/Director (Shane Carruth)
en el Nantucket Film Festival de 2004.
- Mejor Largometraje en el London International Festival of Science Fiction de 2005.
El
efecto mariposa dentro de la teoría del caos también, como buena película
sobre
viajes en el tiempo, tendrá su peso en Primer.
"El
aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al
otro lado del mundo" (proverbio
chino).
Hablando puramente de la película, hay varias cosas que
agradecer al director, además de su valentía.
Lo primero es que no tuvo en cuenta su presupuesto y quiso contar una
historia muy grande y complicada, sin necesidad de artificios o efectos
especiales (en ningún momento se ve cómo se viaja en el tiempo, nada de luces o
túneles o de ellos cayendo en alguna espiral). Lo segundo, su buen gusto en la
planificación de planos, sólo choca la escena de noche buscando al gato, donde
el grano de la película es casi molesto y que es de las pocas cosas (junto a
los créditos) que delatan que contaba con un presupuesto casi inexistente. Por último,
la casi no utilización de repeticiones para contar/mostrarnos que las
cosas vuelven a ocurrir una y otra vez en el mismo momento de diferentes
maneras. Hay un caso concreto que llama
mucho la atención, pero es necesario/importante ya que nos muestra el segundo
punto de giro del guión (y otros detalles importantes de la película).
Los actores están creíbles, muy creíbles me atrevería a
decir, y eso, que el mismo Shane Carruth hace de Aaron, uno de los dos protagonistas , por no hablar
de que salen muchos amigos/familia del
director en la película.
El garaje es donde todo comienza.
La banda sonora está bien construida, sin alardes y
realizada en su mayoría a piano. Es un apoyo muy solido en algúnas situaciones, pero nunca está
por encima de lo que estás viendo y tampoco es demasiado melodramática en
ningún momento, más bien un poco hipnótica, en el buen sentido de la palabra, ya que te envuelve como la historia y la película. Realizada de nuevo por el bueno de Shane Carruth, supongo, que la decisión de hacerla él mismo, obedece a la
necesidad de no tener presupuesto para un compositor, aunque creo que cumple de
sobra(sí, otra cosa que se le da bien), y seguramente, está mucho más en tono que si hubiera sido realizada de forma externa. También, si tienes la banda sonora te
puedes dar cuenta de lo poco que duran los títulos de crédito en realidad, y es que el tema que lleva de
nombre “Closing Credits” sólo tiene 0:37 de duración.
El guión es una pequeña obra maestra, ya que está
perfectamente estructurado, cuenta de manera sencilla una historia muy
complicada, no es nada explícito, tiene unos diálogos muy creíbles y que ayudan
a contar la historia de una manera natural (algo que de lo que adolece mucho
últimamente el cine americano, un
ejemplo claro sería “Inception”). Por otro lado, es verdad, que la manera de
contarlo o el hilo conductor de la historia no es del todo original. El recurso de la llamada
telefónica ya lo habíamos visto ( por ejemplo, me recuerda a otra película de bajo coste y
calidad superlativa y también premiada en Sundance: Memento). Pero esto no le resta
mérito, ya que no es forzado y además, es un detalle que nos enseñe el director
en qué momento se recibe la llamada que nos cuenta la historia (aunque no se le
de mayor importancia hasta un posterior visionado).
“Upstream Color” la
nueva película de Shane Carruth, donde de nuevo él, aparece como actor.
En conclusión, para mí es una película imprescindible, seas
o no fan de la ciencia ficción. No sólo por todos los argumentos que he
intentado exponer, sino porque es mucho más que la suma de todos sus elementos,
porque su esencia trasciende más allá del raciocinio. Además, no te robará
mucho tiempo (siempre que te conformes con verla tan sólo una vez, cosa que es
difícil…) y descubrirás que aún hay historias diferentes que ver, que hay
talento por descubrir y que quedan genios en esto del 7º arte. Por cierto, nuestro
polifacético Shane Carruth (además de todo lo que hace en la película es matemático
e ingeniero) estrena este 2013 su nueva
película 9 años después, se llama "UPSTREAM COLOR"
lo hará oficialmente en Abril (en España me temo que ni se estrenará…) y que yo
desde luego no pienso dejar pasar, ya sea en salas o añadiéndola a mi colección
en cuanto me sea posible. Entre tanto tened cuidado con las cajas donde os
metéis…